Intra
Isabel Pedrero

16/04/2024

Sinopsis: «Alex nunca se había planteado a dónde va el exceso de energía que produce la fábrica en la que trabaja hasta que conoce a Matt, su tutor, quien le cuenta que sobre su mundo existe otro mucho más grande y luminoso que vive gracias a la energía geotérmica que ellos generan.

Aquello no tiene ningún sentido para Alex. De todos es sabido que allí arriba, si subes por encima de la línea segura, solo encuentras vacío y una muerte segura.

Sin embargo, cuando ve con sus propios ojos los grandes cables que ascienden desde la azotea de la fábrica hasta más allá de donde alcanza la vista, sabe que su destino está escrito.

Con la ayuda de Kriss, su mejor amiga, emprenderá un viaje cruzando la oscuridad, hacia donde nadie haya viajado nunca, hasta descubrir un nuevo mundo que no imaginaban».

Cubierta de Intra, de Isabel Pedrero. Toda la imagen es en tonos grises. Se ve, desde dentro, la apertura de un pozo excavado en la tierra. En el centro, en letras grandes, el título del libro, y justo debajo, el nombre de la autora
Cubierta de Intra

De entre todas las cosas que nos hacen ser a los seres humanos tal y como somos, hay dos que resultan inherentes a nuestra naturaleza y, a la vez, al progreso que hemos experimentado como especie y como sociedad: la primera es la necesidad del conocimiento, de comprender el porqué de las cosas, de descubrir qué hay más allá; la segunda, usar todo eso en nuestro beneficio.

Si echamos una mirada a la evolución experimentada desde que vivíamos en cuevas, cuando el mayor logro tecnológico era chocar dos piedras para generar una chispa con la que encender una hoguera, podemos adivinar una serie de pasos que nos han conducido a ser lo que hoy vemos al mirarnos al espejo, al asomarnos por la venta, al encender la tele. Pero ¿y si vamos un poco más lejos? ¿Y si nos atrevemos a aventurar qué futuro nos deparan las diferentes líneas evolutivas en campos tan diversos como lo social, lo científico, lo político, lo filosófico y lo humano?

Bueno, así dicho parece que me he puesto muy trascendental, pero nada más lejos de la verdad; cualquier persona que se dedique a la ciencia ficción se encarga justamente de esto, de especular con lo que podría pasar. No hace falta ser una eminencia en los campos mencionados para imaginar un futuro en el que todo lo conocido haya cambiado. Y las distopías, esas sociedades futuras producto de malas decisiones tomadas en beneficio de unos pocos y en detrimento de la mayoría, son un claro ejemplo de este tipo de especulaciones.

La obra que hoy traigo es, precisamente, una distopía. Intra, de Isabel Pedrero (puede que os suene por sus otras novelas, también reseñadas en De terror y fantasía, Omega y 999 pedazos), nos muestra un mundo en el que parte de la humanidad ha sido recluida en el interior del planeta con la única intención de abastecer de energía ilimitada a los habitantes de la superficie. Los pobladores del intramundo, como se conoce a esta realidad subterránea, ignoran que existe todo un mundo ahí fuera; cualquier cosa más allá de la oscuridad que hay sobre sus cabezas es sinónimo de una muerte agónica y segura.

«—¿Nunca has mirado hacia arriba, hacia la profunda oscuridad que hay sobre nuestras cabezas, y has pensado que debería haber algo más que vacío y negrura?».

Intra

Isabel Pedrero

Si os soy sincero, a lo largo de toda la lectura no he podido evitar acordarme de otras dos historias que tienen mucho en común, aunque no sé si en verdad fueron inspiraciones directas para la autora o, por el contrario, son mera coincidencia.

La obra que hoy traigo es, precisamente, una distopía. Intra, de Isabel Pedrero (puede que os suene por sus otras novelas, también reseñadas en De terror y fantasía, Omega y 999 pedazos), nos muestra un mundo en el que parte de la humanidad ha sido recluida en el interior del planeta con la única intención de abastecer de energía ilimitada a los habitantes de la superficie. Los pobladores del intramundo, como se conoce a esta realidad subterránea, ignoran que existe todo un mundo ahí fuera; cualquier cosa más allá de la oscuridad que hay sobre sus cabezas es sinónimo de una muerte agónica y segura.

Por un lado está La máquina del tiempo, de H. G. Wells, con un futuro en el que la humanidad se ha dividido en dos especies: los eloi, complacientes habitantes de la superficie muy similares a nosotros, y los morlocks, de aspecto más grotesco y que viven en las entrañas de la tierra. La humanidad descrita en Intra dista mucho de la descrita en el clásico de ciencia ficción, pero ¿quién sabe? Tal vez sea uno de los primeros pasos hasta llegar a aquella horrenda realidad.

Por otro lado, la novela me ha recordado también al mito de la caverna, de Platón. Para no embarullarme yo al contaros en que consiste esta alegoría filosófica, os invito a que veáis este video tan chulo que he encontrado y en el que se explica perfectamente.

El mito de la caverna, de Platón, por TikTak Draw

Al igual que a los personajes del video, las protagonista de Intra solo conocen la oscuridad de la caverna y dudan de cualquier otra cosa que les cuenten, por muy real que sea.

Dejando ya a un lado los paralelismos y las cuestiones filosóficas, diré que el libro me ha gustado mucho. Al igual que las otras dos obras de Isabel que he leído, se trata de una novela corta. De igual manera, según me iba acercando al final sentía que me iba a dejar con ganas de más. Sin embargo, esta vez me ha sorprendido porque el final me ha resultado mucho más satisfactorio que en esas otras dos ocasiones.

Si hablamos de los personajes, lo cierto es que no hay mucho donde pinchar. Alex es la protagonista absoluta, una joven que se muestra hosca desde el principio hasta casi el fin. Aparte de ella, solo merece mención su mejor amiga Kriss, que es quien la acompaña en su aventura. Es gracias a su relación con ella que conseguimos conocer y empatizar algo con Alex. El resto de personajes, que tampoco son demasiados, parecen estar ahí con el único propósito de que la trama avance. Eso sí, cumplen con esa misión.

Otro punto fuerte es la manera en que escribe Isabel. El estilo sencillo, que rehúye de lo rebuscado, ayuda a mantener un buen ritmo de lectura, añadiéndole agilidad a la corta extensión de la obra.

«Aquella gente enfermiza se jactaba de un mundo ideal, desdeñando todo lo que había sido su vida hasta ese instante, mirándola con lástima (…). No necesitaban su caridad. Al contrario, eran ellos quienes les necesitaban. Sin suministro eléctrico no eran nada. Sonrió. Eran tan arrogantes que no se daban cuenta de que, en realidad, dependían de ellos para vivir».

Intra

Isabel Pedrero

Por desgracia, la novela tiene un punto negativo bastante gordo y, curiosamente, es algo que no depende de la autora. El trato que la historia ha recibido por parte de la editorial se deja entrever en sus páginas; al igual que se nota el cariño puesto en un trabajo, aquí la dejadez salta a la vista más veces de las que me hubiera gustado. Entiendo que la publicación de un libro es un negocio, pero lo que jamás comprenderé es que te dé igual que tu producto no cumpla con mínimo de calidad. Es tirarse piedras contra tu propio tejado. Eso sí, he de admitir que este borrón no logra empañar el resto de bondades de Intra, ya que la sensación que me queda al final de leer el libro es bastante satisfactoria.

Por último, me gustaría añadir que Intra es candidata a los premios Ignotus 2024, organizados por Pórtico, en la categoría Novela Juvenil, así que si queréis nominarla, tenéis de plazo hasta el 30 de abril.

Hasta aquí mi reseña de esta novela. Como siempre, tenéis el cajetín de más abajo para contarme qué os parece el libro, cuáles son vuestras distopías favoritas o cualquier otra cosa que se os ocurra. Mientras esperamos a la siguiente entrada, os invito a daros un paseo por el resto de reseñas, relatos, artículos y entrevistas disponibles en De terror y fantasía que, por cierto, también es nominable a los Ignotus 2024 en la categoría Mejor Web. ¡Nos vemos!